En enero 2014 la ruta del famoso Dakar pasaba por primera vez por Bolivia.
Hace 6 años que el gran evento de motorismo se realiza por razones de seguridad en Súramerica y ya no en Africa. Hasta ahora los motocicletas, autos, camiones y cuadriciclos solo corrían por Argentina y Chile.
El Boliviano y motociclista Chavo Salvatierra trajo ahora el Dakar a Bolivia, juntos con el presidente Evo Morales. Un verdadero desafío para el país poco poblado en el corazón de Súramerica.
Un desafío por el país
La region elegida para organizar el evento se ubica alrededor del Salar de Uyuni, una súperficie imensa y hostil a la vida puesto que queda en 4000m sobre el nivel de mar.
Primero, habia que mejorar las escasas carreteras. Lejanos pueblos recibieron acceso a la luz y al agua corriente. Se construieron alojamientos y casas privadas instalaron dormitorios. En Uyuni, la cíudad mas grande de la región que cuenta 14 000 habitantes, crearon un alojamiento en el cuartel con 160 camas para los deportistas y sus equipos.
Muy tarde se publicó que debido al grado de dificultad de la ruta, solamente motocicletas y cuadriciclos entrarán a Bolivia. La noticia no quitó la emoción a la gente, porque "nunca se corrio el Dakar por el cielo", como cita una propaganda apoyada por maravillosos imagenes.
Tambien, muchas polemicas tuvieron lugar al contra de la organizacion del evento en el pais. Ecologistas, indígenas y numerosos movimientos alternativos criticaban "la carrera de los ricos". Mostraban en manifestaciones el peligro de accidentes con animales salvajes y el riesgo de dejar el Salar de Uyuni con irreparables huellas negras.
Un orgullo por el pais
Los presentadores de television del mundo se emocionaron. No podian ocultar su admiración por la cultura del país y su gente: de las bolivianas con sus prendas tradicionales de muchos colores, de las frutas tropicas del mercado a 4000 m de altura, de la manera de vivir des estos pueblos que piensaban desaparecida.
A un momento, eso parecia mas importante que la carrera misma. El presidente Evo Morales hablaba para todos los Bolivianos que habian llegado de todo el país para recibir los deportistas internacionales: "Ese día se quedará en nuestra memoria para siempre".
La prensa nacional mientras tanto difundía una anecdota conmovedora, la cual cuenta que unos campesinos bolivianos de una área aparentement abandonada ayudaron a un deportista accidentado. Con heramientas primitivas pero con mucha creatividad repararon su maquina y lograban mandarle de vuelta a la pista.
La critica negativa del evento Dakar es grande y diferenciada. En Bolivia sin embargo el acontecimiento de motorismo causaba para dos días un sentimiento de profundo orgullo en toda una nación.