Potosí es el departamento de Bolivia, cuya ciudad capital, que lleva el mismo nombre, alcanzó mucho prestigio y popularidad, en tiempos de la colonia, gracias a las vetas de plata de su Cerro Rico, que en ese entonces eran las más importantes del mundo.
En el siglo XVII, Potosí era una de las ciudades más importantes del mundo, tenía más habitantes (160 000) que Sevilla, Londres y París. Sus colonos vivían rodeados de lujos exorbitantes, a diferencia de los esclavos e indios, forzados a trabajar en el vientre de la tierra.
En esa época se formaron las instalaciones de los campos mineros y con ellas, las joyas arquitectónicas que adornan sus angostas calles (casas, palacios, iglesias, etc.)
Miguel de Cervantes, en su libro “Don Quijote de la Mancha”, crea la expresión: “vale un Potosí”, que quiere decir: “vale una fortuna”.
En España se utiliza la expresión: “te amo un Potosí” que quiere decir: “te amo mucho”.
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La ciudad de Potosí está situada a 4067 metros de altura, cuenta con 200 000 habitantes y fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1987.
Otro atractivo turístico de la ciudad es la visita a las minas, donde existe un contacto directo con los mineros, con su realidad (las condiciones en que trabajan) y con el Tío.
El Tío es el dios de la mina, a quien se le hace ofrendas, para sobrevivir en el vientre de la tierra. Cada primer viernes, los mineros se reúnen alrededor de su imagen para agasajarlo y pedirle protección.
El departamento de Potosí es objeto de numerosas visitas turísticas, gracias a lugares como el Salar de Uyuni, la reserva natural de Sud Lipez, el Uturuncu (a 6008 metros de altura), etc.