La religión católica llegó al nuevo mundo para mezclarse con creencias y costumbres populares de los pueblos originarios de América. La diversa manera de vivir la fe en los sectores populares de Obrajes (La Paz – Bolivia), tiene raíces en la originaria cultura andina.

Lo impensable en el catolicismo más estricto es común y costumbre en esta conformación cultural. Las imágenes de santos, vírgenes e inclusive el Cristo crucificado cobran sentido familiar y es posible hablar con el Cristo como si se hablara con un integrante de la propia familia. Amando, reprochando, corrigiendo y suplicando. Rezando, celebrando y compartiendo todos (incluidas las imágenes) una misma realidad y una misma experiencia viva de fe.

Una institución muy utilizada dentro de los devotos es la del “presterío”. Los presteríos son grupos de creyentes, ya sean familiares, conocidos, amigos o devotos de un mismo santo, que se comprometen a darle a la imagen la debida devoción: recibiendo y cuidando la imagen por turnos, encargando anualmente una Misa para la imagen y organizando un agasajo para los integrantes del Presterío. Existen dos formas de hacerse cargo de la imagen de un santo: brindándose a cuidar de él o aceptando el pedido de un amigo. Además, existen dos tipos de presterío: “Presterío Mayor” y “Presterío Menor”.

Para estos devotos, las imágenes no sólo son acompañantes o protectores del hogar. Un devoto de la imagen del Señor de la Exaltación de Obrajes explica, por ejemplo: “me he brindado (a cuidar la imagen), porque soy devoto del Señor de la Exaltación de Obrajes. Para mi es casi mi hermano, ese Señor que tenemos crucificado en la Iglesia de Obrajes. Para mi es como un amigo. Alguna vez yo le pido cualquier cosa y siempre me ha librado de desgracias”

Las romerías de cuaresma, organizadas por el presterío menor, son una carrera o peregrinación realizada por jóvenes y niños de toda edad. Parten el jueves en la noche, casi llegada la media noche, y caminan, corren o trotan hacia la Iglesia de la Exaltación desde distintos puntos, capillas o iglesias de la ciudad de La Paz o El Alto, llegando al frente de la pequeña Iglesia de la Exaltación de la zona de Obrajes aproximadamente a las 3 de la mañana de cada viernes de cuaresma, como desde hace más de ciento cincuenta años.

Estas romerías preceden al Viernes Santo, día en que la romería llega a una hora más tardía y está constituida ya no sólo de jóvenes sino de familias enteras. Estas familias pasan casi todo el día feriado en las actividades del Viernes Santo. La plaza tiene un ambiente más bien de feria y de fiesta que resulta divertido para los niños. Familias enteras asisten a las misas que se celebran cada hora desde las 6:00 de la mañana hasta las 11:00 también de la mañana. En la Iglesia permanece un ambiente de recogimiento y sobriedad donde muchos se confiesan, se acercan a las imágenes de Jesús Nazareno y a la Virgen Dolorosa.

Los presteríos mayores son los que se ocupan de la fiesta de Semana Santa justo después de las romerías de cuaresma. En esta fiesta, el preste y sus acompañantes recogen la imagen del Cristo del Sepulcro de la casa del preste, donde es guardada todo el año. Luego todas las imágenes se alistan para las Andas (Estructura de madera donde se saca a los "Santos" en procesión) cuya organización, planificación y empalizado se preparada desde diciembre del año anterior.

El Viernes Santo, se levantan las Andas y se llevan hasta la iglesia donde son adornadas para la procesión. Alrededor de las 5 de la tarde las imágenes de la Virgen Dolorosa, del Jesús Nazareno, del Señor del Sepulcro y de la Virgen María se colocan en sus respectivas andas. A las 18:30 salen de la iglesia las andas levantadas con el esfuerzo de los creyentes y los prestes.

La primera parte de la procesión se inicia con el Anda de Jesús Nazareno seguido por las prestes (todos los integrantes de las prestes menores) de Alto Obrajes seguida  del Anda de la Virgen Dolorosa; la segunda parte inicia con el Anda del Cristo del Sepulcro seguida por la preste (todos los integrantes de las prestes mayores) de Bajo Obrajes,  autoridades locales y del ejército seguidos por  el Anda de la Virgen.

El recorrido de dos horas se realiza a lo largo de 13 cuadras mientras las Andas son cargadas por 60 creyentes, todo el tiempo, quienes van cambiando de lugares con otros  que, voluntariamente, realizan la tarea. La procesión termina cuando las Andas retornan a la Iglesia y son guardadas “de espaldas” para que “duerman” la noche.

Gran parte de la tradición religiosa del país responde a una comprensión única de los símbolos e imágenes traídos por los conquistadores y aceptados y transformados, a través del tiempo, en manifestaciones propias tanto de fe, como de cultura, como de familia y comunidad. Esta es una de esas maravillosas expresiones que el pueblo boliviano tiene con orgullo.