 Walter Melendres es ceramista y es el autor de magníficos trabajos de alfarería destinados a la venta, en temporada navideña. El artista confiesa sentirse orgulloso de vender sus piezas al otro lado del océano.
Walter Melendres es ceramista y es el autor de magníficos trabajos de alfarería destinados a la venta, en temporada navideña. El artista confiesa sentirse orgulloso de vender sus piezas al otro lado del océano.
Su vida no ha sido fácil, pero gracias a su creatividad, perseverancia y a un trabajo solidario, ha logrado levantar un taller de artesanos que ofrece productos de gran calidad.
Walter está siempre dispuesto a compartir sus saberes. Por ello, numerosos jóvenes vienen aprendiendo el oficio en su taller. El artista emplea a mucha gente,  otorgándoles la oportunidad de tener una vida digna.
otorgándoles la oportunidad de tener una vida digna.
Sus recuerdos de infancia están marcados por una tragedia. Repentinamente, queda huérfano con siete hermanos pequeños y se ve obligado ha realizar trabajos muy agotadores y mal remunerados.
Pese a las terribles condiciones de su niñez, Walter recuerda con cariño las pocas pertenencias de su familia “las cosas que tenían mis padres estaban hechas de cerámica: los posillos, los platos, el horno, el tejado, las cacerolas”. Recuerda, también, su primer juguete: “mi primer trabajo en arcilla  fue un muñeco en forma de llama que hice para  jugar de pequeño”.
jugar de pequeño”.
Sus abuelos trabajaban la arcilla y la cerámica. Ellos acogen a Walter en el seno de su comunidad, situada en la provincia Ingavi del departamento de La Paz.
Gracias al esfuerzo y a la creatividad, Walter y su esposa lograron prosperar económicamente. Sus obras se conocen en Alemania, Italia, México, Estados Unidos, etc. Su empresa, Cerámicas Walter Inkat Pacha, emplea a 35 obreros, cada uno de ellos ejecuta una función  particular, con un objetivo en común: fabricar piezas de una calidad excepcional.
“La arcilla fue y sigue siendo lo que nos permite ganar el pan de cada día, gracias a la Pachamama (la madre tierra) que subsistimos...” Para Walter la arcilla es su mejor amiga y aliada, es su fuente de vida.