Patricia Palle, una boliviana con una constante sed de conocimientos y superación, es una persona muy abierta y simpática. Y, gracias a su personalidad, se creó el taller de ropa en lana de alpaca “Arte y Punto” y se sigue desarrollando con mucho éxito.
Todo comenzó con una máquina de coser. Patricia venía de terminar sus estudios en técnicas e industria textil cuando sus padres le regalaron esta máquina. Entonces, comenzó a confeccionar mantillas tradicionales para mujeres indígenas. Hacía todo sola: tejido a máquina, decoración de rebordes, ribetado a mano y se encargaba de las ventas.
Algún tiempo después, viendo que Patricia quería aprender más sobre el oficio, una de sus amigas le invitó a participar en YANAPHASIÑANI (“Ayudémonos mutuamente” en aymará), una ONG boliviana. Allí aprendió a trabajar en lana de alpaca, una lana muy fina y delicada, que requiere ser tratada con mucho cuidado. Cinco meses después, la ONG la contrata para capacitar a otras artesanas en las técnicas aprendidas.
Fue entonces que se encontró con una diseñadora de moda con quien decidió desarrollar su taller. La diseñadora ideó nuevos artículos y Patricia los confeccionó y los vendió. En vista de su éxito, invierten en una segunda máquina, y contratan a otra persona. El taller aún no está muy desarrollado, pero ya opera adecuadamente.
Luego, Patricia conoce la comunidad de productores de alpaca Nuevo Norte. Viendo su gran capacidad y ambición, le invitan a trabajar en COPROCA para la colección AWAYU. Allí, sin descuidar su taller, aprende a diseñar ropa acorde a la moda y al mercado internacional. Después de ocho meses de capacitación y trabajo en COPROCA, vuelve a dedicarse por completo a su taller. Desde entonces diseña ella misma sus productos, compra una nueva máquina y contrata a una persona más.
El taller, que existe desde el año 2006, emplea actualmente a cuatro personas a tiempo completo: dos mujeres jóvenes que están a cargo del acabado de la ropa (con ribetes hechos a mano, en crochet), y dos personas más (un joven y una joven) que se ocupan del tejido a máquina. Además de estos cuatro empleados, Patricia emplea, también, a madres con bajos ingresos que no pueden trabajar fuera de sus casas. En total son ocho personas adicionales que trabajan para ella, según su disponibilidad de tiempo y capacidad.
Actualmente trabajan todas juntas. Y, cada una, participa y aporta en función a sus aptitudes y experiencias. Las relaciones son horizontales, sin jerarquías.
Juntas crean dos colecciones de diez prendas por año. Caserita.com trabaja con ellas desde noviembre de 2009 y participa también en la creación de diseños. Es muy agradable trabajar con la empresa Arte y Punto, que, a diferencia de muchos artesanos de productos tradicionales, está abierta a toda propuesta y se preocupa mucho por tener un producto de alta calidad.
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