La cultura kallawaya data del periodo preincaico. Es originaria de la región de Charazani (y alrededores: Curva, Chajaya, Inka, Chari, etc.), ubicada al norte del departamento de La Paz.
Esta práctica se ejerce actualmente de manera itinerante, utiliza plantas, animales, minerales, etc. y forma parte del Patrimonio Intangible de la Humanidad, que declara la UNESCO.
Los kallawayas hablan quechua, aimara, castellano y tienen una legua propia en la que “kallawaya” sinifica “iniciado”.
Sus saberes mágicos y medicinales se transmiten de generación en generación y sus terapias se basan en rituales, ceremonias, masajes, brebajes, etc, que se utilizan con el fin de prevenir, tratar o curar enfermedades físicas o psíquicas.
Los kallawayas poseen una cosmovisión particular del universo, por ello su psicoterapia se trabaja desde tres dimensiones: simbólica, espiritual y animista. Esta última busca el retorno del “Ajayu” (el alma o elemento generador de vida).
La participación de las mujeres kallawayas se limita a algunos ritos. Sobre todo, se las tiene en cuenta en aquellas ceremonias donde las formas y los colores juegan un rol importante.
Si desea reencontrarse, curarse o, simplemente, conocer más sobre esta cultura, le recomendamos que visite Curva (capital mundial de médicos itinerantes). Ese místico lugar alberga un hospital intercultural que lo recibirá.
Igualmente, existe un trek, de 80 km, que atraviesa la Cordillera de Apolobamba (a 5100 metros de altura sobre el nivel del mar) y termina al pie de Akamani, montaña sagrada de los kallawayas.
También puede tomar el camino Niño Corini (camino del Inca) que lo conducirá a los baños termales de Charazani.