La hoja de coca es una planta originaria de Sudamérica y juega un importante papel en las sociedades andinas. Además de sus virtudes medicinales (estimulante, anestesiante, quita el hambre), posee un rol protagónico en el intercambio social y en las ceremonias religiosas.
Lamentablemente, a inicios del siglo XX, el uso de la “hoja sagrada” se reservó para otros a fines. Desde entonces, se la utiliza como materia prima en la fabricación de la cocaína. Esta planta es la principal responsable del deterioro de las relaciones entre Bolivia y Estados Unidos, puesto que el país del norte se propuso erradicar la hoja de coca, con la ayuda de gobiernos anteriores al de Evo Morales.
Por un lado, en Bolivia se defiende el cultivo de la hoja, bajo el argumento de que “la coca no es cocaína”. Por el otro, el gobierno estadounidense la considera una amenaza para su sociedad. No es para menos, si se toma en cuenta que Estados Unidos representa el 50% del consumo mundial de cocaína.
La coca es una planta, cuyo significado histórico data de tiempos anteriores a la colonia. Se cree que su uso se extendió a todo el territorio andino, con el impero de Tiwanaku y luego con el emperio Incaico. La hoja de coca más antigua fue hallada en la costa norte del Perú y data de 2500 AC.
Se tiene evidencia de que la coca es la planta doméstica más usada desde tiempos prehistóricos andinos hasta la fecha, en los actuales territorios de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Paraguay y Brasil.
La masticación de la coca o “acullico” es una práctica muy común en Sudamérica, que consiste en desprender la hoja del nervio central y colocarla entre las mejillas y la mandíbula, combinándola con bicarbonato de sodio. La mezcla de estos tres elementos (hoja de coca, saliva y bicarbonato) da lugar a un bolo que reúne alcaloides y algunos nutrientes.
Se cree que los españoles, en la época de la colonia, impusieron esta práctica para aumentar la productividad en las minas y reducir sus costos en comida.
Actualmente, la hoja de coca es símbolo de reivindicación de los pueblos indígenas. Se podría decir que la coca es la columna vertebral de las sociedades andinas.
Se advierten tres tipos de relaciones entre los habitantes de los andes y la hoja de coca:
Económica
En algunas comunidades, la hoja de coca equivale a una moneda de cambio. También es cultivada para obtener réditos y responder a las nuevas demandas urbanas.
Social
En las culturas andinas el intercambio social está comprendido en términos de reciprocidad y la hoja de coca juega un rol fundamental en esta dinámica. Igualmente, la coca es muy importante cunado un líder asume un cargo en la comunidad. La petición de una mujer en matrimonio supone la donación de un puñal de hojas de esta planta. La coca es distribuida y acullicada en las reuniones sociales. Cuando una pareja se une en matrimonio, deben construir una casa y plantar coca. La jornada laboral en los andes tiene cuatro pausas, destinadas al acullique.
Mágica
La hoja de coca es utilizada en los rituales religiosos con varios fines: para proteger a un individuo de hechizos, malas energías, para cambiar la mala suerte, para predecir el futuro y para realizar ofrendas a la Pachamama (Madre Tierra).
Más información: Museo de la coca de La Paz