El periodo formativo empieza con la aparición de las primeras cerámicas y el desarrollo de las sociedades agrícolas. La evolución de la agricultura obligó a los pobladores de América a sedentarizarse y a establecer las primeras formas de asentamientos humanos: las aldeas.
Sobre el actual territorio boliviano se desarrollaron tres importantes civilizaciones en este periodo: Chiripa , Wankarani y Tiwanaku, esta última civilización, ubicada a orillas de Lago Titicaca, se expandió por toda la región, formando un gran imperio.
La cultura tiwanakota se distingue por su producción de alfarería y por la construcción de enormes complejos religiosos de piedra, que se crearon en la época urbana y que persisten hasta la fecha.
Tiwanaku fue la cultura más longeva del los andes. Durante su periodo aldeano, la economía de Tiwanaku se basa en el cultivo de tubérculos como la oca y la patata, para el almacenaje de esta última, se utilizaba una técnica de deshidratación, mediante la exposición al sol, que perdura hasta nuestros tiempos y es base de la gastronomía boliviana. La cría de camélidos constituyó otro pilar de su economía, ya que utilizaban la lana de estos animales para la confección de textiles y su carne como alimento.
Este periodo culmina con la expansión de Tiwanaku sobre la base de los enclaves preexistentes que comprenden la costa, los valles subandinos, la sierra y el altiplano.
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