Entre quenas (flauta andina) y zampoñas (instrumento andino compuesto por muchas flautillas de caña), el charango es el rey de los instrumentos tradicionales del altiplano boliviano. Se trata de un instrumento de cuerdas, en forma de guitarra pequeña, originario de Potosí. Cuenta con una hilera de cinco cuerdas dobles y una vibrante (escala) que mide entre 37 y 39 centímetros.
Originalmente, su caja de resonancia estaba hecha con el caparazón del quirquincho (armadillo andino). Actualmente, en vista de que este ejemplar se encuentra en peligro de extinción, la caja se confecciona solamente con madera. No obstante, mantiene su aspecto original, puesto que se la esculpe con la forma del animal.
Tradicionalmente, las cuerdas estaban hechas de tripas, actualmente están elaboradas a base de nylon o acero.
Las leyendas sobre sus orígenes son abundantes. Una de ellas afirma que los indígenas se inspiraron en la forma de la vihuela (guitarra española) y lo confeccionaron con esas medidas para poder llevarlo bajo el poncho, puesto que tenían prohibido incursionar en el arte.
Este instrumento simboliza la exclusión que sufrieron los indígenas bolivianos y ha acompañado las canciones revolucionarias durante años. Por esos motivos, el charango estuvo prohibido durante el periodo de las dictaduras militares, iniciado en 1973. Hoy en día, es muy apreciado en el mundo entero por los conocedores de la música.
El charango se compone de diez cuerdas (cinco dobles) afinadas, por lo general en sol-sol, do-do, mi-MI, la-la, mi-mi, de la décima cuerda hasta la primera, cada coro está afinado al unísono a excepción de mi de la tercera cuerda, que tiene una octava de diferencia.
El instrumento está al servicio de la música folklórica andina (carnavalitos, bailecitos, huayños, cuecas, etc.) y existen tres familias de charangos: el walaychu, que tiene un tono agudo y mide 50 centímetros, el charango, que tiene un tono bajo y mide 60 centímetros, el ronroco, que tiene un tono grave y mide 75 centímetros.
La calidad y, por consecuencia, el precio del charango se calculan en función de sus materiales: la calidad de la madera, la capa de nácar (que garantiza la protección del instrumento), etc. El charango boliviano, en general, es esculpido en una sola pieza de madera, lo que garantiza la alta calidad del acabado.
Pese a ser un instrumento originario de Potosí, los mejores artesanos (de charangos) se encuentran en La Paz y caserita trabaja con ellos.
Los artesanos son empíricos, puesto que el oficio de luthier sólo se aprende con años de práctica y dedicación.