El aguayo es un tejido cuadricular, multicolor, que caracteriza a la región andina boliviana y lo utilizan, generalmente, para cargar bebés y niños en la espalda, para sentarse, para servir alimentos, exponer productos, etc.
Proceso artesanal
Todo el proceso de elaboración, desde el esquilado de la lana, hasta el tejido se lo realiza de forma manual.
Primero se esquila la lana y luego se hace el trabajo de selección y lavado.
Cuando la lana queda limpia, libre de de impurezas, se procede al hilado, que se realiza mediante instrumentos cilíndricos de madera que reciben el nombre de "ruecas". Al pasar la lana varias veces por la rueca, se logra un hilo más fino.
El siguiente paso es el teñido, el aguayo rústico se tiñe con tintes naturales, utilizando plantas e insectos del lugar.
Una vez que la lana está lista se comienza con el urdido en el telar, es aquí donde se eligen los colores en función al diseño.
El diseño y los colores de cada aguayo dependen del grupo que los elabora, cada uno tiene sus características propias. Por lo general, las figuras de los aguayos cuentan historias de la comunidad y muestran representaciones de su cultura (según las regiones).
Existen tres tipos de tejidos:
El tejido vertical (la técnica más difundida): donde los hilos se extienden en forma vertical, en relación al sol.
El tejido a la cintura: donde la parte superior del telar está sujeta a un punto fijo y la parte inferior a la cintura de la tejedora, a fin de controlar la tensión del tejido.
El tejido horizontal, oblicuo o rústico: es la técnica más simple, donde los hilos deben extenderse sobre una barra en relación al sol.